Dra. Beatriz Oliveri.
Investigadora del CONICET-INIGEM (UBA -CONICET) Hospital de Clínicas JSM
Ex presidente de AAOMM
Dr. José Luis Mansur
Médico especialista en Endocrinología y Osteología. Ex presidente de la SAO
En 2010-2011 el Instituto de Medicina de EEUU (IOM) propuso categorías de niveles de 25OHD e ingestas diarias recomendadas de VD (DRI) para alcanzar salud ósea y al mismo tiempo los Expertos de la Sociedad de Endocrinología (ES) del mismo país publicó guías para evaluar, prevenir y tratar la deficiencia de VD, con diferentes niveles, dosis mayores de VD e introdujo la importancia de esta hormona no sólo para salud ósea sino para otras acciones. Desde entonces se han escrito múltiples guías y consensos sobre el tema, hasta que en 2024 volvió a actualizarse el debate con la publicación de varias guías. La de ES, que aclara que no fueron diseñadas para reemplazar las DRI, recomienda suplementaciones empíricas, sin medición previa de 25OHD, en grupos especificados: 1) chicos y adolescentes para disminuir el riesgo de infecciones del tracto respiratorio, además de raquitismo. 2) mayores de 75 años para disminuir mortalidad. 3) embarazadas para menor riesgo de preeclampsia, diabetes gestacional, parto pretérmino y bajo peso para edad gestacional. 4) prediabéticos para prevenir el paso a diabetes si se alcanza un valor de 40 ng/ml. Para el resto de la población considera las DRI clásicas y sugiere no medir 25OHD. En cambio el documento del Grupo de Expertos sugiere no medir 25OHD como screening universal pero si en muchas situaciones de riesgo de deficiencia de VD. Basados en los análisis Post-hoc de mega trials concluye en la importancia en acciones extraesqueléticas y el link entre VD, sistema inmune y desarrollo de diabetes tipo II, ECV y mortalidad. En cuanto a salud ósea marca la disminución de fracturas con suplementación con Ca y VD en adultos mayores. La posología aconsejada es la diaria de VD3 oral, pero intervalos mayores (hasta 4 meses) pueden ser necesarios para favorecer cumplimiento y efecto. Aclara el uso de otras formas de VD: calcifediol, calcitriol, alfacalcidiol y VD parenteral para situaciones muy específicas.
Nuestra posición es medir 25OHD en los grupos de riesgo. La clasificación en niveles es útil para marcar tanto la deficiencia a tratar (< 20 ng/ml), como para los niveles de 25OHD a alcanzar. Para la salud ósea niveles de 20-30 ng/ml estarían en rango óptimo, pero para la prevención como para mejorar la evolución de múltiples enfermedades: inmunológicas, reumáticas, cáncer, prediabetes, etc), los niveles serían mayores: 40-60 ng/ml. En cuanto a cómo alcanzarlos proponemos una fase de carga o repleción y una posterior de mantenimiento. Las dosis a utilizar serán personalizadas, teniendo en cuenta la presencia o no de obesidad, los niveles basales de los pacientes, la patología que presenten, y los niveles óptimos a alcanzar.