¿Se puede evitar la pérdida ósea asociada a la cirugía bariátrica?
Dra. Paula Rey
Médica de Staff del Instituto de Investigaciones Metabólicas
La importancia de la evaluación nutricional, detectar desórdenes alimentarios, identificar los factores de riesgo para fragilidad ósea previa a la cirugía bariátrica es crucial para el mejor resultado posterior y permite individualizar la decisión del tipo de cirugía más conveniente. El manejo nutricional post cirugía inmediata y a largo plazo es además el factor principal del éxito sostenido. Los cambios en la microbiota intestinal y los diferentes grados de malabsorción que causa esta cirugía son determinantes de la salud ósea. En la obesidad predomina la hipovitaminosis D, con hiperparatiroidismo en el 50% de los pacientes, y riesgo de resistencia a la PTH. Las fracturas son más frecuentes a nivel de miembros superiores.
Hay menor formación de tejido óseo, mayor activación de unidades de reparación mediadas por adipoquinas y la inflamación general que impone el órgano adiposo. La cirugía bariátrica disminuye la absorción de calcio y vitamina D. Esto origina un hiperparatiroidismo secundario. El bypass en Y de Roux, implica mayor malabsorción. La pérdida de densidad mineral ósea puede ser del 7 al 8% anual tanto en columna como en cadera, pérdida que una mujer normal en postmenopausia sufre en 4 años. El deterioro en las gastrectomías en manga causa casi igual impacto negativo óseo que la cirugía con mayor malabsorción. Los marcadores de resorción ósea se elevan.
Un factor que asegura salud ósea es la nutrición proteica, se controla con albuminemia, debe ser igual o mayor a 3.5 g/%. Seis meses antes de la cirugía, medición de vitamina D. Corrección suficiente con 5000 unidades diarias, aporte de calcio 1,2 a 1.5 g/día y estricto plan de ejercicio. Intentar obtener una medición de la densidad mineral ósea. HRpQCT es el método ideal. Luego de la cirugía, etapas inmediatas y a largo plazo, siempre con aporte de calcio, vitamina D y ejercicio. Por 2 años cada 6 meses seguimiento con calcemia, albúmina, PTH, vitamina D y anual medición de densidad ósea. Es imperativo el manejo multidisciplinario. Evitar la desnutrición proteica y el inadecuado aporte de calcio y vitamina d. El ejercicio es imprescindible. No todos tienen igual deterioro, según el tipo de cirugía, el descenso de peso brusco con pérdida inevitable de masa muscular asociada, y la población en riesgo pre-cirugía para fracturas.